A continuación copio textualmente un comentario muy atinado a mi parecer de la simbiosis entre fotógrafo y modelo, de Roxana Barahona Oliva, la cual muy gentilmente me autorizó a publicarlo en mi blog.
Mil gracias Roxana. (Roxana Barahona Oliva. 25 noviembre 2010).
" Considerarse un fotógrafo profesional no solo lo determina el estudio en el campo respectivo, el tener mucha experiencia, tomar las mejores fotografías, tener el mejor equipo, fotografiar a la gente más famosa...no hay que olvidar que el profesionalismo también comprende el trato que se da a los que trabajan y colaboran con nosotros.
Un profesional valora el tiempo de los demás tanto como el suyo, trata a otros como le gusta ser tratado, demuestra el valor de su palabra por medio de sus acciones al cumplir lo que promete, no subestima la inteligencia de los otros por medio de ¨acuerdos¨ abusivos ni desiguales, es honesto, sincero y tiene gran sentido de ética.
Un profesional no se cree más que los demás, sino que emplea sus conocimientos para servir a las personas, al arte, a la cultura para engrandecerla más que para vanagloriarse a sí mismo.
Un profesional es autentico, no tiene dos caras, lo que se ve es lo que es...
Lastimosamente en la mayoría de los casos todo lo anterior pasa a ser un ideal más que una realidad...
En el mundo de los artistas existen a veces muchas injusticias, irrespeto a la propiedad intelectual (entiéndase piratería), contratos alterados para explotar a esos, managers abusadores, robo de créditos en fin...
En el caso de la fotografía trato: fotógrafo-modelo, existe una realidad, el trabajo de modelos muchas veces es menospreciado, al punto de que fotógrafos le quitan derecho o mejor dicho los dejan sin ningún derecho.
Se sabe que hay contratos en los que por voluntad propia se cede el derecho sobre fotografías a los fotógrafos, a una marca, o a un equipo de trabajo, pero muchos lo dan por sentado....
El fotógrafo aporta su arte, su visión del mundo...pero el modelo aporta su imagen y versatilidad para interpretar los papeles o personajes que debe cumplir; estos en conjunto, logran los objetivos propuestos. Cuando un trabajo se logra es por la complicidad que existe entre ambos, no como resultado del esfuerzo individual.
Cuando las personas actúan de buena fe, profesionalmente, y con respeto, se hacen magnéticas a los ojos de los demás, pasan de ser compañeros de trabajo a compañeros de vida, a amigos... personas con las que trabajar es un placer.
Lo anterior son realidades que se dan, y como realidades debemos escucharlas para buscar ser mejores personas con los que nos rodean y con nosotros si tomamos ese camino demostramos nuestra capacidad de creer..."
por Roxana Barahona Oliva.